Significado y efecto curativo de los siete colores del arco iris
El color Rojo
El color rojo era considerado como un color perfecto en varias culturas. En el antiguo Egipto el rojo fue un símbolo de energía vital, la expresión de la fuerza que da calor y la protección. Pero el color rojo, como ambivalente tono del cambio, también podía representar el poder destructivo que se manifestaba a través de Seth, el dios del desierto. A él le atribuían el corazón y el pelo rojo; y cada uno que tenía “corazón rojo” se enojaba fácilmente.
El rojo como el color de la sangre es vital y de acuerdo con eso es un tono físico. En conexión con un elemento fuego expresa la energía pura. Como símbolo expresa las más profundas pasiones humanas: amor, odio, valor y venganza. Sus características son: caliente hasta arder; vibrante; es inquieto; afecta estimula e inicia, hasta la excitación y la expansión. La percepción física del rojo como color del fuego se comprende casi sensual-corporalemente como proceso de encendimiento y que manifiesta intensivamente en las ardientes emociones del amor y del odio, y en el nivel espiritual como inspiración a un estado de iluminación al que la terminología cristiana lo explica como imagen de las lenguas de fuego. Los sentimientos fuertes de amor y odio suceden alternativamente y también pueden llevar hasta el cambio más profundo, hasta el que llega el procedimiento alquímico en el nivel de “Rubí” rojizo.
La percepción física del rojo como color de la sangre está ligada con la entrega de la fuerza vital pensando en Eros, en la lucha o la muerte. Aquí la sangre se relaciona con el sufrimiento, con la pasión y con el sentido de la vida, pero aún eso se puede entender como refuerzo y elevación de la vida. Las personas a las que les gusta el color rojo son aquellas que tienen el sentido práctico de la realidad, pues, aquellos que tienen o se consideran “pies firmes puestos sobre la tierra” y que saben luchar en la vida, inclinan a un comportamiento enérgico y levemente agresivo. Son grandes optimistas y esperan mucho de la vida, siempre querrán estar en la cima. Esto es de acuerdo con respecto al rojo, como el color preferido de los niños.
Según la regla las personas extrovertidas prefieren tener vestidos de color rojo. Cuando una persona muy tranquila se viste rojo, a menudo, entonces la persona necesita características más enérgicas y calientes de ese color, quiere ocultar sus verdaderos sentimientos con la fachada del rojo logrando llamar la atención. El color rojo despierta el cuerpo, los sentidos, el sistema nervioso y de acuerdo con eso sirve para el refuerzo de las capacidades del pensamiento y de la razón. Pero ellas actúan positivamente en el espíritu y estimulan las características destacadas en el planeta Marte, como fuerza, valor y capacidad entusiasta. La luz roja se puede usar con el método curativo en la falta de vitalidad y de las molestias como bajo nivel de la tensión corporal, mala circulación de la sangre, cansancio y agotamiento. El color rojo es el medio natural para combatir el frio estado “azul”. La falta de color rojo en el aura o rechazo de ese color se puede entender como señal de falta de la fuerza vital, de la energía y de poco manifiesto interés por el sexo. De acuerdo con eso el color rojo se puede utilizar como efecto en los órganos sexuales en los casos de frigidez y de impotencia. Ya que la concentración espiritual en ese color dinámico es muy eficaz. Las visualizaciones y en las meditaciones con el color rojo son convenientes en la falta de entendimiento de la realidad, la falta de “relación firme con la tierra” y la falta de energía, que se puede manifestar como depresión, preocupaciones y angustia. Como la energía que se extiende, el rojo puede ayudar en alcanzar el equilibrio en una situación grave que se manifiesta como lentitud corporal o espiritual y debilitación de la fuerza iniciadora. El rojo es una de las características de las personas extrovertidas, así que van en esa dirección hacia la experiencia externa. Se debe ser cuidadoso con el uso de este color porque puede darle muchos impulsos al hombre con sus vibraciones fuertes; el cuidado es especialmente necesario con personas que se emocionan fácilmente y que son muy activas, así que se puede utilizar el color rojo debilitándolo como el color rosa. Una aplicación muy intensiva o de muy larga concentración del color rojo, puede llevar los efectos no deseados a un nivel físico. Cuando la energía despierta con el color rojo no se encuentra su expresión constructiva, esto puede llevar a la ansiedad, angustia o inquietud, siendo esta una energía que se evapora y llega a debilitar al organismo hasta el final.
El Color Anaranjado
El color anaranjado es un color mezclado que incluye la energía del rojo y del amarillo. Esto contiene el elemento que afecta al mismo tiempo el buen sentido físico (rojo) y a la inteligencia (amarillo), pero no tiene ni la fuerte acentuación sexual del color rojo ni la inteligencia del amarillo. Como es el caso de todos los colores mezclados, aquí no es fácil conseguir una armonización con todas las vibraciones que produce la gama de colores, lo que especialmente se observa en las personas que son muy inquietas y nerviosas.
El color anaranjado es la expresión de la vitalidad y de la fuerza del espíritu. Según I. Riedel, el color anaranjado se trata del color en el que la corporalidad y emocionalidad ya han recibido su movimiento y forma deseada. Como el rojo, es un color que tiene el efecto del calor y de revitalización así que da energía especialmente a los nervios, que se manifiesta con la alta elasticidad del espíritu y mayor alegría vital. El anaranjado está ligado con aquella forma de energía que viene del sol hacia el cuerpo. Por eso, este color actúa como un tónico de energizante y participa directamente en la construcción de la energía corporal. Con su aspecto espiritual (amarillo) que al mismo tiempo apoya el entendimiento más profundo del uso de energía como es el caso del rojo puro. Como la expresión de esa espiritualmente dirigida energía, el anaranjado tiene su equivalente en el nivel astral. Como intermediario entre principios físicos y espirituales es de gran importancia en la aceptación y visualización de las ideas, así que es necesario reforzar el efecto físico-mental, el optimismo, el valor y la fuerza de voluntad. Bajo la influencia del color anaranjado se forma el sentimiento de relación y de conexión. La mezcla de la fuerza vital con la espiritual puede afectar positivamente al efecto mutuo de diferentes elementos. Como color caliente, claro y alegre, el anaranjado puede ayudar a que se disipen los obstáculos de la vida. Es un remedio para los sentimientos de angustia y actúa como una chispa encendedora, ofrece el sentimiento de libertad. En el aspecto por falta de energía y de desinterés general, la lentitud espiritual, la incapacidad de responder a los desafíos de la vida, el color anaranjado puede actuar como catalizador. Si exceptuamos su efecto en el campo de la reanimación del cuerpo, él ayuda en la ampliación de la mente y facilita la aceptación de las nuevas ideas. Refuerza el pensamiento positivo y la auto confianza y por eso es un remedio para la depresión.
Siendo el color anaranjado un complemento de vibraciones en el sentido positivo, se tiene que cuidar que su aplicación no se eleve hasta la tensión excesiva de los nervios. Cuando sus vibraciones son demasiado fuertes, es necesario un matiz más suave. Aquí se recomienda la fusión con un color más débil energéticamente, que este en armonía con el color anaranjado, en este caso sería el azul o verde.
El Color Amarillo
Por su conexión con el sol, el amarillo es un color muy antiguo y simbólico. En el hinduismo tenía el mismo significado que la luz, la vida, la inmortalidad. En el budismo se caracteriza por cumplir un estado de satisfacción completa, de negación y anhelo por la iluminación. El color amarillo es un símbolo del espíritu y del intelecto, está en correlación con el nivel mental. Es el rayo que más parte de luz tiene. Su positiva vibración magnética estimula las capacidades espirituales, mientras afecta la inspiración y ayuda a la visualización. El color amarillo como el sol tiene niveles de vibraciones muy altas, pero de modo diferente al color rojo y primeramente atrae la gente inteligente y creativa. Es un color bueno para todos los artistas. El color amarillo es muy despierto y activo espiritualmente. Además, con el amarillo se relaciona el optimismo, la alegría y la actitud armónica hacia la vida.
El amarillo es un color simbólico especialmente para la suerte, la sabiduría y la imaginación, y desde el punto de vista del color como tal, le conviene a personas espiritualmente aventureras que tienen gran necesidad para efectuar constantes cambios en su entorno y la libertad de permanecer en la búsqueda de algo nuevo. En este sentido, el amarillo es la expresión de actividad direccionada a todo lo que rodea logrando ser parte de la inspiración y libertad.
La excesiva no inclinación al color amarillo puede indicar el miedo inconsciente que uno se mira profundamente en sí mismo y explora los sentimientos propios de las fuerzas iniciadoras. Alguien a quien no le gusta el color amarillo a menudo está encarcelado en sus propias ideas y siempre gira en el mismo circulo. El rechazo del amarillo, o color dorado, o la falta del amarillo en el aura puede ser señal de depresión. Eso no muestra sólo la falta de la apertura espiritual y miedo a lo desconocido, sino también a la falta de energía solar, y junto con ella, la falta de alegría de vivir.
Por otro lado, la activación equilibrada desde la parte intelectual, el amarillo puede ayudar a las personas que son demasiado introvertidas, es decir, con poca proyección, o que tienen demasiada inclinación hacia las artes, es decir, que no tienen los pies firmes en la tierra. El color amarillo actúa estimulando especialmente los casos de las enfermedades de sistemas nerviosos, porque está ligada con la energía del plexo solar, el cerebro del sistema nervioso.
Por eso las visualizaciones y la meditación con este color calman muy bien los nervios. Ayuda al estado de melancolía y negatividad, relaja aquellos que no pueden enfrentarse a los desafíos de la vida, porque carecen de energía espiritual. El color amarillo es el polo opuesto a los sentimientos negativos, siendo este el que emite luz y calor, optimismo y alegría. Es bueno usarlo en casos de alergias y problemas con respiración que son expresiones de paralización y miedo por la vida. Pero, en cada caso, cuando se usa el color amarillo se deben respetar algunos límites: si alguien ya es demasiado activo intelectualmente, se recomienda que se trate con ese color en menor grado. El color amarillo, apoya la fuerza de la imaginación y la originalidad, su mal uso puede llevar a que las personas se pierdan en las abstracciones.
Se recomienda un pequeño ejercicio con el amarillo en caso de gran nerviosismo y de inquietud, o se puede utilizar el complementario que es el color púrpura que tiene el mismo efecto. En la aplicación el color amarillo es muy importante elegir el matiz adecuado de color, porque en el simbolismo tradicional, el amarillo es llamativamente ambivalente. En lo caliente el color amarillo dorado con un matiz de rojo es el color de la vida. Pero donde hay mucha luz, como el caso del amarillo, allí tiene que haber sombra: débil hasta “sucio” amarillo con matiz de verde se considera color de enfermedad y muerte. Eso probablemente proviene de su relación con el amarillo de la bilis, en el nivel corporal se manifiesta como ictericia, y en la “amarillés” de la piel, en los casos de vómito e intoxicación. El “amarillo azufroso”, tiene un efecto “iniciador y apoyo de la fuerza creativa”, tiene como tal la alquimia para lograr el procedimiento psicoterapéutico del cambio, lo que ha sido comparado por C.G.Yung.
Además en lo caliente del amarillo dorado, a los pálidos y puros matices del amarillo, se le atribuye un efecto de inspiración. Pero lo mismo que los matices muy llamativos u oscuros que pasan al verde se relacionan con engaños, imprudencia y carecimiento de sentido de la realidad, con el amarillo mal elegido se puede estimular la carencia de concentración que lleva consigo el peligro de la superficialidad y de la impaciencia irritable.
Por eso es necesario prestar atención en los matices de los colores y en la duración de uso en el tratamiento con el color amarillo.
El Color Verde
El color verde es más fuerte que el color amarillo, es un color de equilibrio y de armonía, porque se encuentra en la mitad del espectro luminoso del color rojo y púrpuro, por eso no es ni caliente ni frio. Eso corresponde con el equilibrio entre el aspecto material y el espiritual de la humanidad, así que según el razonamiento de los místicos de la India, el color verde actúa como equilibrio entre causa y consecuencia. El color verde une las características positivas de los colores vecinos del espectro luminoso: energía alegre del amarillo y la paz y profundidad del azul. Con la parte de azul se consigue agrandar el equilibrio de la fuente de energía de la luz amarilla. Por eso el verde es el color del equilibrio y de la armonía.
El color verde, como el color de nuestro planeta y de la naturaleza, corresponde suavemente a la vibración armónica, así que es el factor necesario para nuestra vida, nuestra salud y benevolencia. La percepción básica del verde está ligada con el significado de la naturaleza en el hombre, que se iguala con la admisión de las fuerzas naturales en el ser, rechazadas en gran medida. El color verde convienen a la energía solar en su forma más natural: la clorofila. Esta es la energía física del estado de equilibrio completo. El color verde es la esmeralda, rico en su prana vital.
El color verde en su nivel exterior u objeto atrae el crecimiento y el progreso, mientras que el nivel interior o subjetivo inspira paz y armonía. Cada vibración del color verde tiene su aspecto objetivo y subjetivo. El objetivo es, en su efecto nuestra personalidad exterior y nuestra vida, la subjetiva es la influencia a nuestra conciencia interior y la percepción de los sentidos. El perfeccionamiento de la luz verde en su aspecto subjetivo está representado por un hombre equilibrado que representa la libertad, la indiferencia, la simpatía y la generosidad. En todas las culturas hasta hoy en día esa era la descripción de un hombre sano.
De acuerdo con esto el color verde estimula la firmeza y corresponde a lo denominado “pies firmes en la tierra”, y por otro lado, el interior corresponde a la paz y armonía. La falta del color verde en el aura o su rechazo, se puede considerar como un índice de la falta de equilibrio del organismo y poco desarrollado en el entendimiento de la naturaleza. El color verde con su magnetismo natural afecta muy positivamente en el aspecto general y equilibra el nivel energético del cuerpo, y ante todo, afecta al sistema nervioso y por eso se considera como uno de los mejores medios para refrescar nervios agotados y gran excitación.
El verde relaja y refresca, y al mismo tiempo, tranquiliza como un paseo en el bosque. Semejante al color rosa. Tiene un efecto suave, siendo este parte del chakra de la felicidad en la mitad del cuerpo humano. Antes de todo, el verde equilibra hasta el propio corazón. En el nivel físico sus vibraciones pueden revitalizar la sangre, arreglar la tensión corporal, ayudar en la recuperación de molestias en el corazón; en el nivel psíquico proyecta la disposición y armoniza los complejos provocados por sentimientos.
Pero cuando el chakra del corazón funciona muy lentamente, el color verde no se debe utilizar muy parcialmente por sus características de suavizar y calmar. En la visualización y la meditación el color verde, es la respiración que puede tener uso muy sanador en los casos de la actitud negativa hacia la vida. En el nivel físico eso representa ayuda para molestias nerviosas, cansancio e insomnio, para las dificultades respiratorias y tensiones de cualquier tipo. El color verde ayuda a la estabilización de la tensión física y espiritual, equilibra rabia y fobias, relaja, da confianza y elimina la sensación de lo oculto.
Siendo el color verde la unión de los elementos como el color amarillo (sabiduría) y el azul (verdad), abre y despierta el espíritu. Como símbolo de un color de armonía y simpatía conviene al nivel mental más alto. Con el verde se proyectan ideas y planes alegres en la tierra y se moldean en formas que tienen una relación armónica entre sí. Actúa como un tranquilizante para los nervios de la cabeza, así que es un medio excelente para la curación de los dolores de cabeza que nacen como expresión de la tensión. Utilizando el color verde se tiene que cuidar sobre la medida exacta y sobre el adecuado matiz de color. Demasiado color verde aún puede provocar el contra efecto y depresión. Es posible que alguien que simplemente prefiera el color verde sufra de miedos inconscientes y elije el verde porque le falta equilibrio y armonía dentro de su ser. A menudo eso indica la falta de rojo, el color complementario. En la escala de colores, medio-verde representa las características de equilibrio y armonía. Al contrario, el “verde tóxico” que pasa al amarillo, afecta peligrosamente. El verde del abeto que pasa al azul desarrolla en sus características defensivas y sustantivas motivando la voluntad para el mantenimiento y la posesión de lo encontrado. La necesidad de seguridad del color verde, ciertamente incapacita la adaptación a las novedades y con intensión para conservar y controlar el equilibrio de “statuscuo” (estado del momento). Aquí es necesario destacar que el color verde siempre fue relacionado, en cierta medida, con los símbolos de fertilidad y con algunos mitos vegetales y desde aquí pertenece a los procesos de la evolución, de inmortalidad y de la transformación, la idea “a través de la muerte en la vida nueva”. Para no frenar el desarrollo y el crecimiento el color verde se tendría que considerar siempre como un símbolo de esperanza, con permanente renovación. Desde ese punto de vista se puede considerar como una luz curativa por sí misma.
El Color Azul
El color azul se refiere al color índigo, el azul muy oscuro con pequeña adición del rojo que casi pasa al azul purpuro. El significado simbólico, es el efecto psicológico y su aplicación en la curación muestra pocas diferencias. Según Kandinsky, el azul corresponde al color de la concavidad, que es el más fuerte estímulo espiritual de ese color y por eso es lo más inmaterial entre el color de todos los colores. Desde el punto de vista de la psicología el color azul es el color de la introversión.
El color azul tal como se expresa en su significado simbólico, su efecto psicológico y terapéutico, es la oposición al rojo. Como color frio que significa el color que no se mueve, sino que estrecha, actúa de la manera que modera las energías calientes del rojo, anaranjado y amarillo. Con su relación hacia el nivel espiritual, el color azul se asocia con los valores como la verdad, cognición, sabiduría, fidelidad y permanencia. Del azul proviene la más alta forma de inspiración y por eso el azul es el color para las personas inclinadas al estado espiritual. Eso se refiere especialmente a los matices más oscuros como el color índigo que estimula la intuición. La vibración del color azul eleva la mente hasta el nivel espiritual y por eso es de gran importancia para la meditación y curación espiritual.
Por su relación con el color del cielo y del mar, el color azul recibe la dimensión de la lejanía y la profundidad ilimitada y simboliza la disposición. A través de la transparencia del cielo y del mar el azul recibe su calidad de lo puro y transparente, del entendimiento espiritual. En su aspecto del alma se delinea una relación más fuerte hacia la profundidad del mar. El azul claro muestra a la gente un anuncio de la trascendencia y de la inmensidad, mientras que el azul oscuro es el color del mar, el color de la melancolía y del anhelo, la expresión de nuestra búsqueda por lo extraordinario. Como símbolo de lo más profundo el azul es también el color del principio femenino y de la gran madre, aquí se puede extender hasta el azul de la noche o azul negro. Aquí se nombra lo inconsciente, el campo del sueño y de la irrealidad, de la medición y de lo místico.
Todo eso tiene un momento que reúne todos los campos: el momento de la inmensidad, así que el color azul llegó a ser el color simbólico para la tranquilidad inmensa y para la paz ilimitada en el budismo. El azul es el color que tranquiliza, mitiga y refresca las características de la atracción mutua. El azul relaja el espíritu y los nervios y tiene que ser visualizada con problemas en el sueño. Ayuda en los casos de agotamiento y cansancio espiritual y ayuda a las personas que sufren estados nerviosos, para aquellas personas que logren enojarse fácilmente y que son demasiado activas e impacientes. En general el azul puede reforzar los nervios destruidos y mitigar la tensión espiritual. Da tranquilidad y seguridad, pero, pesar de esto, estimula el espíritu de una manera y no lo lleva a la pasividad, caracterizándose siempre por la constante búsqueda de la verdad de las cosas.
Esto podemos demostrarlo fácilmente cuando se descansa de las continuas actividades para observar el cielo con sus viajantes nubes, la superficie del agua de un lago, o en los permanentes movimientos de las olas del mar. En la profundidad de la naturaleza de color azul, llegamos hasta el nivel de la conciencia que nos conecta con la profundidad de nuestro propio ser y que nos permite que dejemos detrás de nosotros el disturbio y el miedo, porque en el azul vivimos la relación interior con el mundo, así que a través de la experiencia unitaria podemos encontrar la paz.
El azul, ya con el hecho de que está ligado con el cielo y el mar, borra los límites, lo que algunos describen como “relajada sensibilidad que está en búsqueda por el ideal de la unidad”. Ese deseo fundamental de la gente se direcciona fisiológicamente a la tranquilidad, psicológicamente a la paz y satisfacción, lo que explica el aumento de necesidad por el azul en los casos de agotamiento y de las enfermedades. Cuando usamos el color azul en los ejercicios meditativos y cuando en vez de efecto calmante empieza a tener un efecto no-deseado de adormecimiento, después de eso podemos visualizar el amarillo o el anaranjado por poco tiempo. Pero el azul también puede ser un color muy conservativo siendo que está ligado al pensamiento y la introspección dentro de sí mismo. Antes de todo, el medio de la matriz de este color, como por ejemplo el azul cobalto, cabe en una muy clara espiritualidad entrelazada con la razón. De acuerdo con esto, en la inclinación muy expresada hacia el azul la gente puede ser inmóvil y poco critica de sí misma. Si pierde la confianza en el mundo, y con eso la seguridad interior, entonces el azul puede traer características completamente negativas como son: frecuente cambio de la disposición, apatía o como oposición a la fidelidad y capacidad de relacionar, el sentir para las sensaciones y valores del pasado.
La falta de azul en el aura o rechazo del azul se tiene que entender como una señal de inquietud interior e incapacidad para una comunicación más profunda, aun consigo mismo. Del rechazo del color índigo y también del color púrpuro, se puede concluir la falta de interés por la espiritualidad. Porque los matices más oscuros como el matiz azul de la noche o del mar, como en el caso del color índigo, se profundiza en la absorción de la espiritualidad del color azul, y al mismo tiempo, a través de la intuición altamente desarrollada se logra una relación fuerte con la realidad de la vida. A través de la mayor sensibilidad se profundizan las capacidades de la cognición. En la base de la profundidad de la cognición intuitiva, el color índigo tiene un papel especial en el campo de las ideas y del arte y por eso también es conveniente para los artistas.
Tal como el color índigo se logra ampliar nuestros horizontes espirituales, también nos puede liberar de fobias y complejos, de las frustraciones e inmovilidades y posibilitar nuestra energía interior fluyendo sin obstáculos. Como una vibración de gran pureza y refrescamiento, el color índigo afecta la fuerza mental y psíquica humana a través de la epífisis. Con su capacidad de renovación proyecta fuertemente el espíritu y a los nervios y cura todas las molestias relacionadas de la unidad.
El azul ayuda a restablecer la relación con lo inconsciente y con su influencia en el condicionamiento negativo puede contribuir al desarrollo de la tolerancia y conciencia positiva. Como ya he mencionado en el caso de los matices claros de azul, el color índigo posibilita la cognición más transparente del proceso vital en su dimensión más profunda y con eso apoya la sensación del sentimiento de la unidad.
Como una respuesta negativa a esto, el color índigo puede estimular las representaciones fijas y tendencias hacia lo introvertido, y con esto puede llegar hasta el estado de aislamiento. En este caso el peligro vendría del dogmatismo y de la intolerancia espiritual, pero la vibración del color índigo se puede utilizar para controlar esta energía.
El Color Violeta
El color violeta está en la más lejana parte del espectro luminoso, junto con el color rojo. Esa es la mayor vibración de la luz y corresponde a la luz espiritual que afecta al chakra de la coronilla. Conectando el polo azul con el rojo aquí se unen dos oposiciones sentimentales muy grandes, sabiduría y amor, cognición y pasión; espíritu y cuerpo, cielo y tierra, lo de Dios y lo humano. Como el color corresponde al chakra más alto, el color violeta representa la unidad en la oposición del movimiento de la vida, de la fuerza y del fuego hacia adelante por un lado y por el otro lado la proyección del espíritu, de la tranquilidad y de la relajación.
En esta función el violeta es también el color de medida y de moderación. Cuando se puede armonizar el desacuerdo y la irritación que existen en cada color mezclado, entonces el violeta representa el color de completo equilibrio: la expresión del deseo de eliminar la oposición entre sujeto y objeto, de percepción de la magia en relación con el mundo, de que se siente con la identificación completa “participación mística”. La inseparable unidad de los colores rojo/azul conviene al estado de dos polos, y el reverso rechazo del violeta puede significar el miedo inconsciente ante el más profundo deseo por la fusión.
El color violeta tiene siete aspectos: vitaliza la naturaleza espiritual del hombre dándole energía y percibe y amplía la conciencia con su vibración intensiva pero no física, aunque los sentidos físicos son muy sensitivos a su efecto. Sin la influencia de la luz violeta el alma se apagaría. El color violeta, antes de todo en su aspecto más material del púrpura, tiene muy fuerte proyección de lo curativo y ayuda directamente al cerebro y a los nervios. En los casos de enfermedades, especialmente es curativo si se usa contra las molestias espirituales y nerviosas, neuralgias y epilepsia.
El violeta es el color del fuerte curativo para que se logre de nuevo un equilibrio espiritual y la paz interior. Especialmente es conveniente para los que tienen un trabajo mental y para la gente muy sensitiva. Además, tiene gran poder de purificación. Actúa estimulando el desarrollo de las habilidades psíquicas y espirituales, porque junto con el azul, el violeta es el símbolo de la espiritualidad.
La amatista, es como la mayor vibración de la luz, estimula la intuición y la inspiración. El color violeta actúa como alimento en el espíritu más alto. Le da inspiración para los más grandes ideales humanos, para el arte, para la literatura, para la música, y para la necesidad de ayudar y servir a otros. El color violeta en el aura muestra idealismo y características espirituales de la persona. Su forma perfecta se puede encontrar en los grandes místicos y científicos, previsores y profetas, escritores y músicos. En el color violeta está la confianza del color azul e intuición del color índigo; le inspira e inclina hacia las visiones y sueños. Por eso, el violeta puede connotar en las fuerzas iniciadoras de las formas visibles y verse a sí mismo ampliamente. También, el color violeta es muy sensitivo a las vibraciones de su alrededor y a las vibraciones de otros. Siendo un factor necesario en tiempo y espacio para aislarse y pensar sobre sus propias sensaciones dentro del ser, el color púrpura puede crear su propio ambiente inspirativo. La gente que prefiere el color violeta es muy sensitiva, pero puede ser también un poco elitista, que se corresponde con el aspecto espiritual del poder en el color púrpura. Mientras que la naturaleza interior del color violeta conviene gran amabilidad y altruismo, puede considerarse que es sustentado con su naturaleza exterior.
El uso consciente del color violeta es un apoyo excelente a los ejercicios de la concentración y meditación. Por su relajación con la epífisis, el color violeta estimula el centro intuitivo de la cognición espiritual. Las visualizaciones con el color violeta son especialmente eficaces en las jaquecas y depresiones, en los casos de desarrollo espiritual y en los casos cuando se tiene un ritmo vital muy duro.
Su efecto calmante y equilibrado en los nervios agotados es igual como lo de otros colores que refrescan y tranquilizan, por ejemplo, el color azul o el color índigo. La tensión nerviosa aparece por la falta del equilibrio y por la vibración de permitir que ocurran algunos procesos vitales. Los colores fríos refuerzan la parte espiritual del hombre logrando llevar a una confianza más grande y plena en sí mismo y al más consciente entendimiento del sentido de la vida.